La ubicación del edificio en la proa de un polígono de nueva urbanización, lindando con un desguace de coches, una vía rápida y una zona aún sin urbanizar, nos sugiere que lo más apropiado en este caso es proporcionar al habitante el máximo espacio interior en el patio de manzana y hacer de éste un auténtico JARDÍN donde estar. Para ello se estrecha la crujía hasta el límite compactando en este ancho las zonas de noche y de servicio. Las zonas de estar se despegan de esta pieza y se introducen en el mundo de la vegetación del interior de la manzana. Se consigue de este modo ventilar e iluminar todas las estancias de la casa, incluso los aseos y baños, tan habitualmente considerados como un armario más de la casa.
Todas las viviendas tienen doble orientación.
Las viviendas de dos y tres dormitorios se organizan en las seis plantas tipo, liberando la planta ático en dos de sus lados y tratando la planta baja como un gran zócalo de cerámica sobre el que se posa el edificio.
Aprovechando la topografía del terreno y la situación de las zonas verdes colindantes se sitúan dos accesos peatonales a la misma cota en el eje norte-sur de la parcela (diagonal de la misma) creando una entrada principal hacia la zona de tráfico rodado y otra secundaria hacia el jardín exterior. Asimismo se opta por situar la entrada del garaje por la calle de Maricara en el punto más bajo de la parcela.
Se ubican los locales comerciales hacia la arteria de la ordenación y las viviendas de planta baja van apareciendo en el perímetro de la parcela intentando lograr la máxima privacidad de las mismas.
La crujía estrecha de fachada se resuelve con una piel continua y abstracta, un ladrillo gris oscuro en el que se recortan unos huecos estrictos para los dormitorios. Las piezas de salones se conciben como elementos ligeros que se proyectan sobre el jardín, en ellos sus zonas opacas se cerrarán con ladrillo de color blanco, enfatizando su ligereza y transparencia, con la intención de llevar visualmente el límite del cerramiento interior de la manzana hasta la pared oscura de la banda noche-servicios.
Trasteros y garaje se disponen bajo el anillo construido permitiendo así la plantación de árboles de mayor porte en el jardín.
En el barrio este nuevo edificio, de aspecto exterior negro, cerámico y abstracto, pondrá un punto final a la calle y se avistará desde las carreteras colindantes como un hito orientador.