Este proyecto es resultado de un concurso internacional para la construcción de la Sede Central de la Agencia Andaluza de la Aeronáutica y un centro de empresas vinculadas a esta industria en Sevilla y ha sido seleccionado en el Premio de Arquitectura Española 2009.
El proyecto trata de adaptar un tipo arquitectónico universalizado, el de edificio destinado a oficinas, a las particularidades culturales y ambientales del lugar, reinterpretando las que han sido sabias formas de concebir sus construcciones principales. Situado en un parque tecnológico de fuerte presencia industrial, alejado de núcleos urbanos, carente de espacios públicos o edificaciones de interés, la provechosa relación entre la arquitectura y el lugar tiene serias limitaciones. En cierta forma se trata de un proyecto dual, introvertido por la creación de espacios representativos en su interior pero al tiempo con una clara voluntad de convertirse en generador de unas condiciones nuevas, más amables en el entorno. Se proyectaron así plazas y registros transversales con áreas peatonales ajardinadas de forma que en el futuro, y construida la manzana en sucesivas fases, los espacios exteriores y de trabajo se entrelazaran. Espacios de sol y sombra, lugares próximos a la vegetación o al agua, que permiten el descanso y el encuentro entre los usuarios.
El proyecto configura la ordenación general de una gran manzana, mediante edificaciones cuyos núcleos de comunicación se apoyan a lo largo de una “calle interior cubierta”, trazada a la manera de algunas calles y pasajes de la ciudad. En Sevilla las calles del casco histórico se cubren con velas en los meses de estío, se convierten en espacios nuevos, grandes salones al aire libre protegidos del sol. En esencia se definen dos alas de edificación paralelas, con un corredor central interior y módulos de oficina a ambos lados, que formalizan entre ellas un amplio vestíbulo o calle, cruzado por puentes que situándose en diferentes posiciones y alturas contribuyen a crear ámbitos diversos en su recorrido. Estos puentes son ocupados por salas multiuso que pueden servir indistintamente a una u otra ala del edificio. Las plantas superiores son espacios diáfanos concebidos modularmente, con una superficie que podrá ser intercambiable en función de la demanda gracias a una tabiquería móvil. Un espacio longitudinal que recorre las plantas introduciendo luz natural a las áreas de público y permitiendo la intercomunicación de todos los espacios. Capaz de albergar actividades varias como presentaciones multitudinarias o exposiciones. En su planta baja se sitúan los servicios que dan vida a esta nueva calle, locales comerciales, cafetería, recepción, salas de formación o salón de actos. La posición del patio de planta primera, tangente al vestíbulo, proporciona luz y ventilación natural a este espacio. Controlando sus ciclos se consigue de manera sencilla un rendimiento térmico óptimo.
Otros aspectos como el acceso en recodo, una cierta opacidad desde el exterior, la presencia del patio, el control del soleamiento, el uso de iluminación y ventilación natural o la creación de espacios de transición entre el exterior y el interior han sido elementos característicos del proyecto tomados de la cultura local. Un edificio conceptual y constructivamente de nuestro tiempo pero a la vez entroncado con los rasgos esenciales de la arquitectura de la ciudad.