El conjunto residencial que proyectamos y hemos construido apuesta por levantar las 150 viviendas previstas agrupadas en cinco torres sobre un basamento común de dos plantas. La normativa de Valdebebas permite diversas soluciones de ordenación de los volúmenes edificados. Lo habitual en los solares colindantes es construir en bloque lineal ocupando parte o la totalidad del perímetro de la manzana. El construir en torre ofrece mayores ventajas frente al edificio lineal ya que permite una menor ocupación de suelo aumentando la superficie de espacios ajardinados comunes, que las viviendas sean todas exteriores con doble orientación y una mayor relación de estas con el paisaje exterior, garantizada por grandes ventanas y terrazas.
Las cinco torres se levantan sobre un basamento horizontal alineado a los frentes de las calles colindantes conteniendo en planta baja locales comerciales con fachada a la calle y un conjunto de oficinas “loft” que se abren al interior de la parcela, mirando al jardín y accediendo desde él.
Los cinco volúmenes en torre no son muy elevados y constan de ocho plantas residenciales empezando en planta primera, con un total de 150 viviendas de cinco tipologías diferentes.
La mayoría de las viviendas sitúan los salones en las esquinas con un recorrido diagonal desde el acceso a la casa produciendo un movimiento Acceso-vestíbulo-comedor-salones-terrazas que pone en valor la espacialidad interior de la casa.
Las terrazas son amplias y vinculadas a los salones en las esquinas de las torres con unas grandes y cuidadas jardineras, que incorporan a la relación de la casa con el horizonte un frente vegetal, un “ jardín vertical” secuenciado a lo largo la sección del edificio.
El proyecto atiende a diversos criterios de sostenibilidad siendo uno de ellos la cuidada solución de sus cerramientos de fachadas con el sistema de aislamiento y fachada ventilada mas trasdosado de panel yeso y un material exterior de gran durabilidad y poco mantenimiento como son las grandes piezas de prefabricado de hormigón combinado con bandas de acabado de planchas de aluminio con impresión de acabado madera que no necesitan mantenimiento frente a un panelado de madera tradicional.
Las terrazas se resaltan en su condición de cuerpos volados y blancos, ligeros y luminosos, sobre los que surgen los frentes vegetales de las jardineras incorporadas en su interior. Frente a la verticalidad de la torre, se contrapone el movimiento horizontal marcado por sus líneas y cuerpos blancos de hormigón y un encintado de pérgolas de aluminio de diversas secciones tubulares lacadas en blanco, produciéndose unos efectos abstractos, limpios y desmaterializados.
Se han resuelto aspectos importantes, como es el bajo consumo y un elevado nivel de confort incorporando la solución de suelo radiante con la generación de energía por aerotérmia, combinado con unas carpinterías de aluminio con doble acristalamiento y cuidadas soluciones que eviten puentes térmicos.
El cuerpo horizontal del que surgen las dos torres tiene una acusada horizontalidad remarcada por su cornisa de prefabricados de hormigón.
El conjunto edificado se puede resumir en un juego de equilibrios entre las torres , lo vertical, y las terrazas blancas más el basamento, lo horizontal.
Frente a la edificación descrita, abstracta y lineal, se diseña una importante superficie ajardinada perfectamente equipada con piscinas, áreas de juegos y locales comunitarios resueltos en dos niveles, el plano de planta baja y el de planta primera ajardinada sobre las cubiertas de locales comerciales y oficinas con un recorrido perimetral volcando sobre el espacio central donde se sitúan las piscinas y que a la vez genera bajo el otro recorrido cubierto en planta baja, duplicando la superficie prevista y dotando, por tanto, al conjunto residencial de una gran e inesperada superficie de ajardinamiento.
Todos ellos dentro de una “topografía natural”, semienterrados, con recorridos por caminos sinuosos entre pequeñas colinas y amplias superficies de jardín donde crecen árboles y una gran variedad de especies vegetales.
Una de las virtudes que , sin duda tiene el conjunto residencial construido, es el conseguir que los espacios privados, las viviendas, disfruten de una apertura hacia el paisaje lejano, el horizonte, y los espacios comunitarios, el jardín, se defiendan del exterior creando un paisaje ondulado y excavado, vinculado a la tierra, a la naturaleza.
En definitiva, se ha pretendido crear unas nuevas atalayas habitadas en la nueva ciudad de Valdebebas, desde donde divisar el horizonte lejano de Madrid hacia el sur, de las montañas de la sierra hacia el norte, del ir y venir de los aviones de Barajas hacia el este y contemplar las puestas de sol recortadas sobre el gran espacio verde del Parque de Felipe VI.
Sin duda estas cinco edificaciones en torre han sido pensadas para habitar el cielo, para asomar a sus habitantes desde sus terrazas ajardinadas al paisaje abierto y luminoso, al horizonte.
Imágenes en WebP
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