Centro de rehabilitación neurológica “Valls Quintana” en Madrid

hunA arquitectos | David Cabello Sánchez y César Martín-Mora Gómez.

La Fundación Madrid contra la Esclerosis Múltiple (FEMM) es una entidad privada, sin ánimo de lucro, cuyas líneas de actuación van dirigidas a potenciar la investigación y mejorar la calidad de vida de los afectados por esta enfermedad. Estas dos intenciones son las que marcan el rumbo hacia el cual se dirigen todas las “metas” de las personas que integran esta organización.

El Centro de rehabilitación neurológica Valls Quintana nació con el objetivo de integrar las distintas dependencias y funcionalidades de que estaba compuesta la fundación y, por tanto, el programa era muy complejo.  Fundamentalmente son tres los usos simultáneos, un Centro de Rehabilitación, en torno al cual giran los otros dos, un Centro de día para los afectados y las oficinas centrales de la Fundación.

El local inicial presentaba varios niveles de planta a cotas diferentes, haciendo frente a dos calles, con un gran espacio central en doble altura. Los portales y accesos de vehículos a garaje definen la geometría interior, generándose finalmente un espacio interior de gran complejidad inicial para la implantación del programa y su plena accesibilidad.

Debido a la diversidad de programa, el edificio cuenta con 4 accesos, donde destaca el principal a la Avenida de Asturias que conforma el vestíbulo institucional con la recepción y distribución a los diferentes espacios.  Este acceso está vinculado en vertical, mediante un ascensor panorámico con las oficinas de la Fundación situadas en planta primera y sirve de distribuidor principal al resto de las estancias del proyecto.

El núcleo del edificio, está compuesto por el área de Rehabilitación, situado en el centro del edificio, en torno al cual vierten todos los espacios perimetrales.  Está constituido por un gran espacio en doble altura que se distribuye con cabinas de estructura metálica, madera y vidrio, donde se realizan los tratamientos.

Dos baterías de despachos y salas de tratamientos, se disponen en planta primera en cada una de las fachadas, abriendo a cada exterior respectivamente y dos pasarelas laterales en los lados medianeros las comunican entre si.

Cabe estacar en planta baja, el comedor, como un gran espacio de encuentro diario, formado por un área dividida en dos espacios, uno de una sola altura, con la zona de office y otro de doble altura, con fachada de dos niveles a la calle, como espacio de convivencia, reunión y espacio polivalente para diversas actividades.

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