La trayectoria de un arquitecto -y, por extensión, de un estudio de arquitectura- no suele ser lineal, como las que describe la mecánica clásica, sino que se trata de trayectorias complejas que podrían asociarse más a una envolvente volumétrica de geometría irregular: recorridos erráticos cuyo comportamiento resulta muy difícil predecir. En estos casos, las trayectorias se identifican más con la idea de huella. Estas notas tratan de identificar, en las huellas dejadas por su trabajo, las fuerzas que han dominado las obras de MGM hasta el presente. Contemplar una trayectoria cuando el cuerpo que las describe está en pleno movimiento y sometido a distintas y numerosas fuerzas, no tanto para determinar su naturaleza y las leyes de su movimiento, sino para introducir nuevas variables que la afecten.
En el hotel Holos, situado en esa otra SEvilla de calles en retícula y hotelitos exentos que conforman el barrio de Heliópolis, los arquitectos proponen una nueva variación sobre el tema. Se trata aquí de reconstruir la membrana de protección de la calle y reformular la idea de jardín oculto en un nuevo contexto. Una cáscara triangulada, de planos formados por pequeños perfiles tubulares de aluminio, media entre la villa y la calle y constituye una eficaz «interficie» entre lo público y lo privado. Esta delicada membrana no sólo absorbe, en un único gesto, los nuevos programas necesarios para la transformación de la edificación original en hotel, sino que ofrece un nuevo y sugerente espacio de sombra y privacidad, en una recreación tridimensional de la pérgola. La pérgola y el patio, elementos eternos de la arquitectura, continuamente reelaborados y reinventados por MGM.
Más información:
1. Carmen Ortega, propietaria. Entrevista en Notodohoteles.com
3. Facebook del Hotel Holos.