El Pabellón se proyecta desde el convencimiento de que la arquitectura debe contribuir a la cualificación y mejora del espacio público. En este sentido, el edificio da un paso atrás respecto de los límites del solar, liberando espacio para el paseante, siendo así generoso con la ciudad y sus ciudadanos.
El edificio, de casi 6.000 m2, responde a un complejo programa que incorpora el uso deportivo y administrativo, generándose a partir de tres principios fundamentales, que ya estaban presentes en las ideas iniciales del concurso:
Debía ser un edificio versátil que albergara el mayor número de usos deportivos y de forma especial las competiciones de gimnasia rítmica y esgrima de los XXV Juegos del Mediterráneo, Almería 2005.
Por otra parte, queríamos que contribuyera a consolidar el espacio urbano donde se ubicaría, creando una imagen urbana potente y contemporánea que se integrara en el entorno.
En tercer lugar, queríamos respetar el palmeral existente e integrarlo en nuestra propuesta. Así, el edificio se retranquea dejando espacio para la ubicación de las palmeras. De esta forma se mantiene la imagen existente del palmeral pero integrado en la nueva edificación.
El resultado ha sido un gran volumen, compacto y racional, que contiene el espacio deportivo y los usos administrativos y unos volúmenes exteriores, que abrazan al anterior y suavizan el encuentro del pabellón con el espacio urbano.
Nos preocupaban las grandes medidas del volumen principal, 60 x 50 x 16 mts, y su encuentro con el espacio urbano. Como consecuencia de ello surgen esas piezas exteriores, a las que nos referíamos antes, de desarrollo longitudinal y que funcionan como un gran zócalo que dotan de la escala necesaria a todo el conjunto. Al fin y al cabo, la arquitectura, casi siempre, es un problema de encuentros y medidas, y en este caso no resulta diferente.
La gran caja, se desarrolla en tres plantas en L, desde las que se ve la pista central de 51 x 32 m que tendrá un aforo de 1750 personas. En la planta baja se sitúan los vestuarios, pista de calentamiento y sala de usos múltiples. La planta primera está destinada a usos administrativos. La planta segunda se reserva para otra sala de usos múltiples (sala VIP, archivos, …) y la instalación de un bar-cafetería con unas excelentes vistas a la ciudad y con la posibilidad de usar una terraza exterior.
Todos los espacios están perfectamente comunicados y son fácilmente accesibles mediante las numerosas rampas y conexiones que existen entre ellos.
Se han enfatizado los recorridos arquitectónicos, tanto interiores como exteriores, en el convencimiento de que contribuirán a que el visitante y usuario adquieran una fácil, rápida y completa comprensión de todo el conjunto.
Por último quisiéramos reseñar el protagonismo que adquiere la luz cenital en toda la actuación cualificando los espacios interiores, que junto con las diferentes de vistas cruzadas dotan al conjunto de una atmósfera fluida que acentúa el carácter del edificio.