El Plan de la Judería de Málaga desarrolla la nueva Plaza de la Judería en una operación urbana que conecta la céntrica calle Granada con el Área arqueológica del Teatro Romano y la Alcazaba. El edificio realizado, que conforma el frente norte de dicha plaza, cose inmuebles residenciales de distinta escala y alberga las Oficinas Municipales de Rehabilitación del Centro Histórico de Málaga. Junto a ellas, el programa se completa con viviendas protegidas y un uso comercial en planta baja, que muestra el intenso mestizaje funcional y evidencia la compatibilidad de usos distintos propiciados por la mayor densidad de los centros históricos.
Frente al habitual reparto funcional que apila usos comerciales, de oficinas y residenciales, reservando los niveles inferiores para comercio, intermedios para oficinas y superiores para viviendas, el proyecto propone el reparto vertical de viviendas y oficinas, generando dos edificios adyacentes separados entre sí por una fisura que permite al prisma de las oficinas ampliar su superficie de fachada al ganar la condición de esquina. Las viviendas, que forman parte del plan de realojo previsto dentro de las actuaciones del Plan de la Judería, se desarrollan en tres plantas en la franja del solar más estrecha, mediante tipología de crujía simple. Las oficinas Municipales ocupan un volumen de más fondo y mayor altura y aprovechan la cubierta del cuerpo de viviendas como observatorio del tejido urbano y principales monumentos del Centro Histórico, objeto principal del estudio y gestión municipal.
El programa de las oficinas municipales se desarrolla en cinco niveles, que albergan de forma ascendente, el acceso y primera atención pública, las oficinas técnicas, la dirección y observatorio, y la planta de Juntas. La transparencia y el silencio visual son los principales argumentos de un proyecto que busca en la realidad urbana exterior la justificación de su existencia. Los espacios de trabajo, el doble patio de dirección y Juntas y los ámbitos de escalera y terrazas son completamente diáfanos entre sí y con el exterior, volviéndose un panóptico que captura en su interior el skyline de la ciudad histórica. Es frecuente en las zonas más sensibles de los Centros Históricos que los nuevos edificios busquen su integración con respuestas miméticas a costa de su identidad contemporánea. Las Oficinas Municipales de Rehabilitación del Centro Histórico de Málaga, no rehuyen esta condición y buscan desde su abstracta celosía envolvente, propiciar un fondo urbano a la compleja y profusa información visual que se acumula en esta zona monumental del Centro Histórico de Málaga. El resultado es un edificio que atravesado por la luz del atardecer se vuelve transparente.