La posición de borde urbano del emplazamiento, en el límite norte edificado de Zaragoza, entre el final de la trama urbana del barrio de Parque Goya y una ronda de circunvalación, así como la amplitud de la parcela y la voluntad de relacionar de manera directa y fluida los espacios interiores del programa docente con los espacios exteriores, llevaron a abordar el proyecto como una organización abierta de elementos lineales docentes que colonizan el lugar con un trazado extensivo y en horizontal, abrazando y agrupándose en torno a los espacios exteriores intersticiales, acotados y protegidos, que se abren al paisaje y configuran las áreas de juegos.
El planteamiento del proyecto también responde al importante condicionante que suponía el ajustadísimo plazo de ejecución de 4 meses para la totalidad de la intervención, con una superficie construida aproximada de 2.500 m² en una parcela de 6.874 m², que implicaba la elección de soluciones constructivas sistemáticas y generales y detalles elementales que sirven al proyecto desde la sencillez y la rapidez de ejecución.
El proyecto se plantea como un proceso de adición que profundiza en las relaciones espaciales y visuales entre los espacios interiores y exteriores, desdibujando sus límites, generando una serie de espacios ambiguos o intermedios generados como resultado de la prolongación hacia el exterior del plano del suelo o de la cubierta. Con este objetivo, la escala del extenso programa, que incluye 12 unidades de Infantil y un comedor, se fragmenta en una disposición abierta, que permite también convertirlo en un entorno aprehensible para los niños, así como garantizar el soleamiento mediante la orientación sur de todas las aulas, y la iluminación y ventilación natural de todos los espacios utilizados por los niños, incluyendo corredores y aseos. La implantación de los edificios en la parcela, que se completará con el futuro centro de primaria, responde tanto a las determinaciones geométricas de la misma como a la necesidad de evitar sobre las aulas la incidencia de la sombra del edificio de viviendas de 8 alturas, próximo al límite sur del solar. Patios abiertos y cerrados, jardines y porches de diferentes características articulan la relación de las nuevas edificaciones entre ellas y con lo límites de la parcela.
La totalidad del conjunto se desarrolla en una única planta, lo que permite establecer una relación más directa con el suelo, pero también cualificar su sección. La iluminación y la adaptación del proyecto a las diferentes escalas de sus espacios (circulaciones, aulas, vestíbulo, comedor,…) convierte la definición de la sección en instrumento fundamental para la elaboración del proyecto. Frente a la disgregación en planta, una cubierta de planos continuos que asciende, desciende y se quiebra en función de la configuración de los espacios interiores que alberga, dota al conjunto de unidad y de un cierto carácter topográfico, proporcionando a cada uso una altura específica. Visible desde los edificios de su entorno, la topografía de la gran cubierta protectora metálica, adquiere un protagonismo fundamental. La manifestación de la sección en el alzado hacia la calle principal muestra un perfil nítido e identificable en la distancia, de planos inclinados que se recortan contra el horizonte dibujando la silueta del edificio.
El perfil quebrado de las aulas permite la doble iluminación y aumentar su profundidad, con una proporción cuadrada en planta muy adecuada para su tamaño y actividades. Las aulas se configuran como espacios de geometría clara, definida y protectora, abiertos al sur, con acceso al patio, estableciendo una relación muy directa del espacio de aprendizaje con el de juegos. La transición entre el espacio interior del aula y el exterior es gradual, pasando siempre por un espacio protegido de porche, como prolongación en voladizo de la cubierta, y un espacio acotado de patio. El aula también puede cerrarse al exterior mediante lamas graduables en los huecos que permiten el oscurecimiento del aula para los tiempos de descanso.
En el exterior el edificio se define por su cubierta continua de planos inclinados formados por paneles sandwich metálicos autoportantes de grandes dimensiones, apoyada sobre muros con un revestimiento de fachada ventilada de piezas cerámicas extrusionadas de gran formato, que integran el edificio en el contexto del barrio y aluden, desde su condición material de arcilla cocida, a la relación de su arquitectura con el terreno. Lamas fijas cerámicas y lamas orientables de aluminio anodizado para regular el soleamiento y el acabado metálico de los porches, en continuidad con la cubierta, completan la imagen exterior del edificio.
En el interior, el edificio responde a las capacidades y habilidades de los niños con elementos de tamaño y escala diferente, estableciendo una clara diferenciación entre las superficies al alcance de los niños (suelos y paredes hasta una determinada altura) en las que se proponen diversidad de materiales, texturas y colores, y los acabados sobrios por encima del territorio infantil. En las aulas, el suelo y el zócalo hasta 1,20 m. definen un vaso continuo de linóleo, de diferente color en cada una, mientras que las paredes desde esta altura y los techos están revestidas de placas de yeso laminado fonoabsorbente para mejorar las condiciones acústicas en el interior. Una disposición aleatoria de tres tonos de piezas de gres porcelánico con acabado texturizado de fibra natural configura los suelos y revestimientos de los espacios de circulación y el comedor.
La atención prestada en el proyecto a la definición de los espacios exteriores, relacionada con la estimulación sensorial del usuario infantil, se refleja en la definición material del plano del suelo y la jardinería. En los patios abiertos, césped, pavimentos de caucho in situ de diferentes colores, arena, y una solera de hormigón pigmentado en tonos terrosos configuran los pavimentos, mientras que el suelo de los patios cerrados, ajardinados con bambú, está acabado con grava volcánica y corteza de pino, respectivamente. En la jardinería de la parcela, las especies de hoja perenne (magnolios, aligustres, olivos, cedros, y bambú en los patios cerrados), junto con el césped natural, contribuyen durante todo el año a crear una atmósfera vegetal que define el carácter del centro como escuela jardín, mientras que las especies de hoja caduca (catalpas, ailantus y chopos) ofrecen un aspecto cambiante con las estaciones del año.
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Ficha técnica
Situación: Calle La Fragua s/n. Zaragoza (España)
Arquitectos: Magén Arquitectos
Colaboradores:Beatriz Olona (arquitecto)
Gabriel Fraj (arquitecto técnico)
Rafael González (ingeniero)
José Sainz (estructura)
Promotor: Gobierno de Aragón
Contratista: Conavinsa SA. Grupo Praínsa.
Proyecto: 2010
Construcción: 2011
Area:2.081,99 m2
Presupuesto:2.435.489,00 €
Premios:
20+10+X World Architecture Awards. 12th Cycle. Primer Premio. 2013.
VIII Premios 3 de abril de Arquitectura y Urbanismo. Finalista, 2011.