Los terrenos sobre los que se asienta la antigua Casa Consistorial de El Puerto de Santa María formaron parte de los que, en su día, pertenecieron al Convento de San Antonio de Padua de los Franciscanos Descalzos. La Orden adquirió estos terrenos en el año 1630, levantando el convento entre los años 1632 y 1684. Será en 1868, tras el pronunciamiento de Topete y Prim en la Bahía y el triunfo de la “Gloriosa”, cuando la Junta Revolucionaria Provincial ordene su desalojo y demolición, argumentando la carencia de espacios públicos en el centro de la ciudad.
Entre los años 1869 y 1874 se sucederán una serie de propuestas tendentes a la ordenación del espacio resultante del derribo, la Plaza de la Libertad, intentos todos ellos de regularizar el perímetro de las fincas colindantes y formalizar este nuevo espacio urbano. Finalmente, se desarrollará un proyecto redactado por Adulfo del Castillo, consistente en la construcción de una edificación singular destinada a Juzgados y una Escuela Superior de Niños, como fondo de la nueva plaza.
En fachada, el edificio de los Juzgados presentaba un orden apilastrado que reunía las dos plantas superiores, descansando sobre una planta baja basamental en la que los huecos son rematados por arcos de medio punto. El cuerpo central de acceso, escalera y balconada, sería coronado por un frontón en el que se sitúa el reloj y las alas laterales por balaustradas. Encima del frontón se dispuso el escudo de la ciudad. Este mismo tratamiento apilastrado recibirían las fachadas laterales en sus ocho metros de fondo. Podríamos decir que se trata de un edificio ecléctico, riguroso en su composición, que retoma elementos y formas del pasado neoclásico. No obstante, el conjunto nunca fue ocupado por los Juzgados ni por la Escuela de Niños. Sería inaugurado el año de su terminación, 1897, como Palacio Municipal.
En cuanto a la Plaza, el proyecto de Adulfo del Castillo proponía un modelo de fachada a repetir en los frentes regularizados de la plaza, así como el trazado de unos jardines románticos proyectados finalmente por Miguel Palacios.
Durante los años cuarenta, el Ayuntamiento ampliaría la edificación con la compra de unos inmuebles situados en sus traseras y con accesos desde las calles Descalzos y Jesús Cautivo, ocupando el edificio hasta el año 1974 en el que su deficiente estado de conservación y falta de espacio obliga a su traslado a la Plaza del Polvorista. En 1999 se convoca el concurso para la rehabilitación y ampliación de la antigua Casa Consistorial.
El proyecto que presentamos planteaba una intervención heterodoxa sobre la edificación a conservar, en el sentido de que se dirigía más a la consolidación y recuperación de aquellos elementos considerados esenciales, que a la restitución minuciosa de su estado original.
La edificación histórica una vez rehabilitada se destinaría a las áreas más representativas, es decir, la alcaldía, con su asesoría jurídica y secretaría general, salón de recepciones y despachos de los grupos políticos. La ampliación, que ocuparía la totalidad del solar disponible, albergaría los diferentes servicios municipales y el nuevo Salón de Plenos, disponiendo de accesos y vestíbulos independientes, tanto desde la plaza como desde la calle trasera de Jesús Cautivo.
El nuevo Salón de Plenos de la Casa Consistorial se situaría a caballo entre la vieja y nueva edificación, de forma que la alcaldía y los concejales accederían desde el edificio rehabilitado mientras que el público en general lo haría desde los vestíbulos de la ampliación. Esta se plantea mediante la construcción tras el edificio histórico de un cuerpo lineal de seis plantas que, en los niveles inferiores (planta baja, primera y segunda) se extiende, mediante la incorporación de nuevas crujías ajustadas a las medianeras, hasta ocupar el resto del solar y alcanzar la calle trasera. Toda esta nueva edificación se proyecta sobre una planta de sótano destinada básicamente a archivo, almacenes e instalaciones.
El ala de seis plantas recibe luz y ventilación desde su fachada sureste, paralela a la de la edificación rehabilitada. Una fachada neutra, como plano de fondo que enmarcara al antiguo edificio, hace resaltar por contraste su composición y elementos ornamentales; una fachada ésta, no exenta de un cierto clasicismo, planteada en dos órdenes, uno que engloba las plantas baja y primera, coincidiendo en altura con el basamental del edificio histórico, y otro que, con su tratamiento neutro, oculta y agrupa las plantas superiores.
Su extensión o fondo de tres plantas iluminaría y ventilaría sus dependencias a través de patios, más bien vacíos que, en función de esas necesidades, arrancan de distintos niveles en la sección.
Ficha Técnica:
PROYECTO: Rehabilitación y ampliación de la antigua Casa Consistorial del Puerto de Santa María
ARQUITECTOS: José Antonio Carbajal Navarro y José Luis Daroca Bruño
PREMIO: Primer premio.
APAREJADOR: Roberto Alés Méndez y José Ignacio Montaldo Merino
ESTRUCTURA: Juan Benjumea Pino, Miguel Ángel Gil Martí y Francisco Duarte Jiménez
INSTALACIONES: DIMARQ SL
COLABORADORES: Nicolás Carbajal Ballell y Rodrigo Carbajal Ballell, arquitectos
CLIENTE: Consejeria de Obras Públicas y Transportes, Dirección General de Arquitectura y Vivienda de la Junta de Andalucía.